lunes, 9 de mayo de 2011

Nuestras aptitudes y actitudes.

Ayer llegué a casa con la moral por las nubes. Estuve en una sesión de maquillaje y salí guapisísima, me daban ganas de irme de fiesta y todo.

La maquilladora en cuestión es toda un profesional, con una técnica elaborada, meticulosa. Exigente consigo misma, perfeccionista y a mi gusto demasiado autocrítica.
Eso sí, conoce las últimas tendencias en maquillaje, técnicas, productos, etc.

Transforma todo lo que toca con su varita mágica en forma de pincel y convierte la cara más corriente en una belleza sublime . Pero ella desconoce la dimensión del poder de su magia, pues mira desde otro cristal.



Pues en la vida no todo es cuestión de buen hacer. Hay que tener empuje, arranque, seguridad y sobre todo no tener miedo de "tirarse a la piscina". Todo en la vida es cuestión de actitud.

Porque a veces la actitud devora las aptitudes, no hay que rendirse.

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