El otro día fuimos de excursión a Makro buscando desesperadamente una marca concreta de sidra natural: Trabanco. ¡Nos llevamos 18 botellas!
Y es que está tan rica, fresquita y bien escanciada............
Ahí llega el problema, cómo escanciar sidra sobre el suelo de tarima sin "liarla parda". En uno de sus viajes como Gulliver, Carlos compró este inventazo.
Esta maravilla de escanciador eléctrico con dispensador telescópico, no ocupa nada y aprovecha hasta el final las sidriñas, sin tirar ni una gota. Ni que decir tiene que las escancia muy bien.
Por lo visto allí en Asturias se puede conseguir en los supermercados, eso sí, el precio es de los que yo llamo "de capricho", porque barato, barato, no es.
Pero es una buena manera de transportarse, aunque sea por un momento, a este Paraíso Natural.
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