jueves, 28 de abril de 2011

A nadie amarga un dulce.

Ni me gusta el flan, ni me gusta el café. Pero hoy como excepción voy a publicar un postre que le gusta mucho a Carlos y que estamos preparando hoy.

La receta es tan sencilla, que no es tanto una receta como una idea de un postre improvisado o una forma de aprovechar el café que se ha convertido en el "aguachirri" del Starbucks por un despiste (como es nuestro caso).

Aquí os presento el Flan de café by nosotros:


Os hará falta un vaso de café y la cantidad de leche que falte hasta llegar a medio litro, de tres a cinco cucharadas soperas de azúcar, un poco de caramelo y un sobre de flan mandarín. Tan fácil como seguir las instrucciones del sobrecito en cuestión.

Para los más osados, podeis hacer el flan vosotros mismos.

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